martes, 15 de mayo de 2012

el té de las doce


Está claro que conquistaremos el mundo juntos, yo con mis ojos color otoño y tú con tus ojos color coca-cola. Buscaremos un reducto, dónde no pueda llegar nadie para poder escondernos. Viviremos lejos, rodeados de girasoles, en la casa más bonita del mundo. Tú reirás cuándo comience el otoño, yo te besaré cuándo termine el verano. Reiremos hasta medianoche y tomaremos un té cuando den las 12. Me despertarás con un beso, y yo te despertaré con mis quejidos, que poco a poco se apagarán para dar paso a una gran sonrisa. Adornaremos nuestra casa con colores alegres, tendremos una estanteria que llegue hasta el techo y un rinconcito para mí para leer, como en Cagliari. Cada jueves subiremos a la azotea a ver llegar la noche, con una manta y algo para beber en las manos. Las antenas de los edificios radiarán nuestra felicidad, que saldrá hasta en televisión. Y en las calles sólo se respirara amor del puro. Los gatos maullarán "Te quieros" en idioma gatuno mirando a la luna. Da igual dónde sea, como sea, siempre recordaremos nuestras escapadas interminables, los besos en la última fila del cine. Los abrazos para que nunca me sueltes, las caricias en la nuca.
- Corre ven, el té se enfría, comámonos a besos mientras llega la medianoche. Ven, que te cuento un pedacito de mi vida, justo cuándo apareciste y lo volviste todo patas arriba. Anda... bésame, que no se que haría yo sin tí.