Todas las noches se repetía el mismo sueño. Era una
habitación perdida, con el número descolgado en la puerta apenas legible. Yo
estaba sola, dando vueltas en la cama pensando en lo que había hecho el día
anterior. Repasando cada rostro que había visto, las palabras que habían salido
de mi boca, por donde habían caminado mis pies y por donde caminarían al día
siguiente. De repente, tocaron a la puerta. No me apetecía levantarme, ni abrir
los ojos, las zapatillas estaban demasiado lejos y la puerta aún más. Pero algo
me decía que debía de abrir la puerta, y eso hice. Y... ahí estabas tú. Con una
sonrisa enorme, una caja en las manos y los pies cansados de haber dado la
vuelta al mundo. Me dabas el abrazo que llevo necesitando tanto tiempo, y
después me preguntabas que qué tal estaba. Yo te hablaba de las pocas ganas que
tenía de levantarme cada mañana, de los segundos que se desparramaban por el
tintero mientras soñaba con cosas que quizá nunca conseguiría. También te hacía
un esquema en la pizarra de mis pensamientos en el que salía el número de veces
que pensé en ti, las que quise estar a tu lado y las noches que pasé
abrazándote. Tú, me mirabas como si estuviera loca, pero en el fondo te
gustaba. Era la mejor sorpresa del mundo. El sol se colaba por las rendijas de
la persiana, y era testigo del amor en estado puro. Un segundo antes no tenía
ganas de levantarme y en ese instante deshacía la cama a sacudidas. Amor.
Necesito eso, algo que me altere por dentro y me dé las ganas de sonreírle al
mundo y gritarle: Soy feliz. (Te necesito a ti) No quiero flores, ni bombones,
quiero que me dediques una canción, un minuto a tu lado.. Quiero tenerte encima
y dibujar corazones en tu espalda con los ojos cerrados. Quiero una bañera y
besarte mientras el agua nos empapa. Sonreír cada vez que me miras con esos
ojitos.. Seguiré luchando por hacer mi sueño realidad, algún día seré yo la que
aparezca tocando tu puerta y te de todos los besos que tengo guardaditos sólo
para ti. Y volveremos a conquistar la noche, a tomar el mejor de los vinos y
perdernos la película que pongamos. Es mucho mejor besarte.
No quiero soñar, quiero despertarme y encontrarte a mi lado.
No quiero soñar, quiero despertarme y encontrarte a mi lado.