sábado, 5 de noviembre de 2011

Lady Scarlatta


Lady Scarlatta, dueña del cabaret mas famoso de París, se acercó lentamente a Scott. Caminó hacia él despacio, como solo ella sabia, provocativa, arrebatadora, erotica. Amor en estado puro. El sudor y las ganas se sentían en cada milimetro de aire, en cada respiracion que lentamente acompasaban y coordinaban con su miocardio. Eran dos jugadores, de los que creen que la vida se vive mejor si la echas al azar. De los que viven el presente porque el futuro aun esta lejano de sus largas noches de amor y roces. 
A Scott le gustaba la forma de respirar las palabras que tenía Lady Scarlatta. Las dejaba salir de sus labios rojísimos como si las saboreara y esperara que en su aliento se mezclara esa sensación de estar viva que impregnaba cada cosa que decía. Era casi como si, aún cuando la fallaban las fuerzas, quisiera decirle que la vida podía ser absolutamente maravillosa. Y aunque no pudiera besarla, sentía su sabor en sus letras, profundo y denso, hasta lo más hondo de sus entrañas.