jueves, 21 de abril de 2011

vaya...

Lo que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y sentir el dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabias que tenías. Y da igual cuantas veces cambies de peinado, a cuantos gimnasios te apuntes o cuantos vasos de champagne te tomes con las amigas, porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o que pudiste malinterpretar… y ¿Cómo puñetas, en ese breve instante, pudiste pensar que eras feliz? A veces incluso intentas convencerte de que él era la luz y que simplemente apareció en tu puerta.
Y después de todo eso, y aunque esa situación dure mucho tiempo… vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio. Y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo, y toda esa época difusa, todos esos años de tu vida que has malgastado, empiezan por fin a desvanecerse…