jueves, 10 de marzo de 2011

Quizás...

Me gusta cuando fumas así. Cuando has bebido y te apoyas en la pared de ese mismo bar en el que hemos desperdiciado nuestras noches desde hace años. Me gusta porque pareces despistado, porque te das cuenta de que no eres feliz. De que estás vacío por dentro. Me gusta cuando te muerdes los labios y ves como el vaho sale de tu boca, perdiéndose en la oscuridad de la noche más fría del año. Entonces me ves y yo hago como que no te veo, y paso a tu lado y me rozas y no sonríes, aunque te quedas con las ganas... entonces me gusta como me miras. Me gusta como me miras a mí y no a otra. Porque siempre, siempre me miras a mi. Aunque no te des cuenta.

Me buscas en todas, en todas ellas. En todas esas chicas a las que engañas con tus manos y te llevas a tu habitación. A todas ellas a las que, al final de la noche, no quieres volver a ver. Esperas encontrar mis lunares en sus cuerpos y mis labios en su boca. Esperas que sea yo la que te susurre al oído, la que juegue con tu lengua, la que te haga desesperar, la que te vuelva un poco más loco que de costumbre, la que arañe tu espalda...
Lo esperas siempre, pero nunca lo consigues.
¿Por qué será?

Quizás porque todavía no
te has atrevido a decirme nada..

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Un rebelde