estoy hundida en un mundo que está más abajo que el tuyo.
Seis pies bajo tierra,
un ataud que todavía permanece de pie
y un funeral que nunca llega.
Mis venas se han convertido en alambre de púas,
mi piel, un muro de acero,
y me he quedado atrapada
dentro de mí misma,
una prisión de vergüenza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Un rebelde