sábado, 20 de noviembre de 2010

Nuestras huellas dactilares no se borran de las vidas que tocamos.

Yo suelo sentirme como un bicho raro, no soy capaz de pasar de una cosa a otra así, sin más. La mayoría de personas, cuando tienen una aventura o una relación larga y rompen, la olvidan. Pasan a otra cosa y olvidan como si nada hubiera pasado. Yo jamás he olvidado a alguien con quien he compartido algo, porque cada persona tiene sus cualidades propias. No se puede remplazar a nadie, lo que se pierde se pierde. Cada vez que he acabado una relación me afecta muchísimo, jamás me recupero del todo. Por eso pongo mucho cuidado en las relaciones, porque me duelen demasiado.

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Un rebelde