La felicidad no es un estado de ánimo, es una posición estable ante la vida, es tanto una sensación de seguridad y emoción como un punto de vista con menos realidad de la corriente pero mayor intensidad y ambición. Su ausencia, a menudo provoca obsesión por encontrarla, por tenerla, por presumir día tras día al ser feliz. Pero la felicidad no es material, no se tiene; se siente, se disfruta, se sueña, se vive...y se comparte.
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Un rebelde